Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) u Objetivos Globales, también conocidos como Agenda 2030, son 17 objetivos globales interconectados diseñados para ser un «plan para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos». Los ODS fueron establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (AG-ONU) y que se pretende ser alcanzados para el 2030. Están incluidos en una Resolución de la AG-ONU llamada 2030 Agenda. Los ODS se desarrollaron en la Agenda de Desarrollo después de 2015 como el futuro marco de desarrollo global para suceder a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Los 17 ODS son:
1 Fin de la pobreza. | 10 Reducción de las desigualdades. |
2 Hambre cero. | 11 Ciudades y comunidades sostenibles. |
3 Salud y bienestar. | 12 Producción y consumo responsables. |
4 Educación de calidad. | 13 Acción por el clima. |
5 Igualdad de género. | 14 Vida submarina. |
6 Agua limpia y saneamiento. | 15 Vida de ecosistemas terrestres. |
7 Energía asequible y no contaminante. | 16 Paz, justicia e instituciones sólidas. |
8 Trabajo decente y crecimiento económico. | 17 Alianzas para lograr los objetivos. |
9 Industria, innovación e infraestructura. |
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El proyecto surge de un proceso coherente y sostenido de acción local. Desde 2018, San Esteban del Valle calcula su huella de carbono y activó su Estrategia contra la Despoblación mediante participación vecinal. El municipio ha impulsado un banco de recursos, compostaje comunitario, jornadas científico-divulgativas y un exitoso proyecto juvenil sobre futuro sostenible. En 2020 se adhirió formalmente a la Agenda 2030. La comunidad energética local, con casi todo el pueblo implicado, ejemplifica el compromiso ciudadano. Gracias al plan de reducción de emisiones con fondos europeos, el municipio ha consolidado una línea de acción ambiental, social y cultural. La buena respuesta vecinal, como el porcentaje de vecinos apuntados a la comunidad energética local (prácticamente todo el pueblo), y el alineamiento del equipo de gobierno y su personal técnico con los ODS justifican una propuesta integral que nace desde la realidad local y evoluciona con participación y visión estratégica.
El proceso de elaboración del proyecto seguirá las directrices metodológicas propuestas por la FEMP y la Red SEA2030, combinando liderazgo político, implicación técnica, participación social y enfoque estratégico. La redacción y coordinación están lideradas por la alcaldesa Almudena García Drake, junto con Marta Darío (concejala de medio ambiente), Amadeo Sánchez (teniente de alcalde) y Chema Mancebo (auxiliar de desarrollo rural), con la colaboración activa del arquitecto municipal Javier Perandones y del arqueólogo Jorge Díaz. Se contará también con las asociaciones locales —formalmente constituidas o no— y, en su caso, con empresas o profesionales externos para tareas puntuales.
El proyecto se iniciará con un diagnóstico ODS que incluirá el análisis de datos socioeconómicos, demográficos y ambientales, así como un inventario de políticas públicas y proyectos en curso. Este proceso partirá de experiencias previas de participación municipal, como el Plan contra la despoblación 2019–2022 y la constitución de la Comunidad Energética Local, ambas con amplia implicación vecinal.
La participación ciudadana será eje transversal del proyecto. Se utilizarán encuestas, reuniones periódicas (al menos mensuales), canales digitales y presenciales (como redes sociales, bandos.es y la página web municipal, donde se habilitará un espacio específico para la Agenda 2030). Se fomentará el debate abierto sobre prioridades, y se contempla realizar una reunión final de evaluación abierta a la ciudadanía.
El seguimiento y evaluación del proyecto se apoyarán en indicadores definidos para cada actuación, junto con mecanismos de revisión periódica. Estos resultados se comunicarán de forma transparente mediante los canales habituales y permitirán ajustar las intervenciones cuando sea necesario.
El documento final de Agenda 2030 Local se someterá a aprobación oficial en Pleno Municipal, como muestra de compromiso institucional. El enfoque adoptado garantiza que el proceso no solo sirva para diseñar una hoja de ruta local alineada con los ODS, sino que también active un modelo participativo de gobernanza sostenible.
El proyecto se integra plenamente en el Plan Estratégico contra la despoblación 2019‑2022 y en la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030. Desde 2018, el Ayuntamiento ha calculado su huella de carbono, implantado el compostaje comunitario, y desarrollado proyectos exitosos como “Jóvenes y el pueblo” y la Comunidad Energética Local (fase 80 kWp operativa y 2ª fase 100 kWp en proyecto). También se han realizado jornadas científico-divulgativas y un potente plan de reducción de emisiones con fondos Next Generation. La iniciativa de vivienda social se conecta con la prioridad municipal de asegurar servicios básicos y vivienda digna (ODS 1, 10, 11), identificada como necesidad crítica en encuestas sobre despoblación. El proyecto complementa actuaciones de patrimonio, sostenibilidad y cultura ya existentes, reforzando la cohesión territorial y social. Además, se alinea con el compromiso aprobado en pleno el 1 de junio de 2020 con la Agenda 2030. Supone un salto cualitativo, reforzando la gobernanza local, el bienestar comunitario y la atracción de nuevos residentes.
San Esteban del Valle plantea un proyecto con elevado interés social, impacto territorial tangible y capacidad real de contribuir a los principales retos que aborda la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030: el reto demográfico, el acceso a vivienda digna, la transición energética justa, la movilidad sostenible, la digitalización inclusiva, la cultura como motor de cohesión y el desarrollo rural integral.
El proyecto conecta necesidades reales del territorio con soluciones prácticas, en un municipio que ya ha demostrado su compromiso con el desarrollo sostenible mediante políticas activas y participativas. Entre ellas destacan el cálculo de la huella de carbono desde 2018, el banco de recursos (tierras, viviendas, inmuebles), la creación de la Comunidad Energética Local con participación masiva vecinal, la estrategia contra la despoblación 2019–2022, el compostaje comunitario, jornadas científicas, iniciativas culturales de referencia como El Vítor y el programa juvenil “L@s jóvenes y el pueblo”.
Las actuaciones incluidas abordan tres ejes clave de la sostenibilidad:
La repercusión territorial es directa: se activa patrimonio rural, se crean sinergias entre sectores (energía, vivienda, cultura, naturaleza) y se articula una hoja de ruta con gobernanza abierta, seguimiento y evaluación. El proyecto es replicable en otras pequeñas localidades, por su lógica modular, su escala realista y su fuerte componente comunitario.
Este enfoque se alinea con los ODS 1, 4, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 15 y 17. Conecta especialmente con los desafíos-país recogidos en la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible 2030, como la lucha contra la pobreza, la transición ecológica justa, la cohesión territorial y la modernización del mundo rural.
San Esteban del Valle, con este proyecto, da un salto cualitativo: pasa de una trayectoria sólida en sostenibilidad local a una Agenda 2030 estructurada, transversal, medible y compartida. Y demuestra que los municipios pequeños no solo pueden contribuir al desarrollo sostenible, sino que son clave para lograrlo.
El proyecto de San Esteban del Valle responde de forma precisa y realista a las características sociales, económicas y medioambientales del municipio. Con una población de 734 habitantes (2024), una densidad de 18,6 hab/km² y una estructura demográfica envejecida (índice de envejecimiento del 428%, con un69 % de dependencia de mayores), el territorio enfrenta con claridad el reto demográfico, el acceso a vivienda y la dinamización económica sostenible. La baja natalidad, el crecimiento vegetativo negativo y el éxodo juvenil marcan un contexto de vulnerabilidad estructural que requiere intervenciones integrales y adaptadas.
Desde el punto de vista social, el proyecto aborda la falta de vivienda asequible, con numerosas viviendas vacías pero solo 27 en alquiler (INE Censo de Población y Viviendas 2021) y actualmente ninguna disponible. La actuación de adquisición de vivienda social responde a una demanda reiterada por parte de familias interesadas en instalarse en el pueblo, muchas de ellas con hijos, que buscan opciones habitacionales dignas y accesibles en zonas rurales. También se contemplan mejoras de espacios culturales, inclusivos y participativos (Casa del Barato), acciones formativas y de encuentro (coworking), y propuestas orientadas a la infancia, juventud y personas mayores (senderismo, guía cultural, restauración ambiental, movilidad sostenible).
En el plano económico, el municipio presenta una tasa de afiliación a la Seguridad Social muy baja (30,3%), alta proporción de población inactiva y un mercado laboral muy limitado. La actividad económica gira en torno a la agricultura tradicional y un pequeño comercio local. El proyecto apuesta por activar empleo directo e indirecto en torno a energías renovables (CEL), construcción sostenible, servicios culturales, turismo rural, movilidad eléctrica y gestión del territorio. Esto se traduce en oportunidades de emprendimiento y en una diversificación de la economía local.
En cuanto al medio ambiente, San Esteban del Valle cuenta con más del 65% de su superficie en espacios protegidos (Red Natura 2000), un fuerte compromiso climático (cálculo de huella de carbono, ayudas DUS 5000), compostaje comunitario y una comunidad energética activa que se amplía con este proyecto. La restauración forestal, el impulso a la movilidad eléctrica compartida y las marquesinas fotovoltaicas refuerzan esta transición ecológica y resiliente, vinculando acción climática, paisaje y aprovechamiento de recursos naturales.
Se estima que el proyecto beneficiará de forma directa a al menos 400 personas (más de dos tercios del municipio), entre residentes habituales, población escolar, personas mayores, participantes en la CEL y visitantes de las iniciativas culturales. Grupos en situación de especial vulnerabilidad como mujeres mayores (principal grupo del desempleo registrado), jóvenes sin oportunidades locales, personas con movilidad reducida o en riesgo de aislamiento rural serán directamente favorecidos.
El proyecto está cuidadosamente adaptado a la realidad local, utiliza herramientas ya testadas (encuestas, procesos participativos, banco de recursos) y refuerza líneas ya iniciadas con escaso presupuesto, pero alto potencial de transformación. Se concibe como una hoja de ruta sostenible y compartida, útil para el presente y con visión de futuro.
El proyecto de implementación de la Agenda 2030 en San Esteban del Valle incorpora medidas relevantes de innovación social, administrativa y digital, orientadas a maximizar la eficiencia, implicación ciudadana y sostenibilidad en el tiempo. Estas medidas se adaptan a la realidad de un municipio rural, promoviendo una gestión moderna, abierta y participativa.
Desde el punto de vista de la innovación social, el proyecto articula formas alternativas de implicación ciudadana: la reactivación del Banco de Recursos implica una lógica colaborativa donde la propiedad privada se pone en valor para el bien común mediante mecanismos voluntarios de cesión, trueque o alquiler a precio justo. Del mismo modo, el proyecto prevé activar procesos participativos para la definición de prioridades y líneas de actuación, utilizando metodologías deliberativas que ya han sido ensayadas con éxito en proyectos anteriores (como la comunidad energética local o la estrategia contra la despoblación). Se prioriza el enfoque inclusivo y multigeneracional, con herramientas adaptadas tanto a la población mayor como a jóvenes, incluyendo la organización de reuniones, encuestas, buzones de propuestas y grupos de trabajo mixtos.
En cuanto a modelos alternativos de organización, destaca la implicación de la comunidad energética local (CEL), que constituye un modelo de gobernanza energética basado en la participación de los vecinos y en la cogestión público-comunitaria. Esta figura permite avanzar en la democratización de la energía y en una transición ecológica justa, incorporando modelos de innovación organizativa replicables. La CEL actúa también como actor clave para el mantenimiento de infraestructuras energéticas como las marquesinas fotovoltaicas, utilizando fórmulas híbridas de inversión público-privada-comunitaria que permiten la sostenibilidad financiera más allá del ciclo de subvención.
Desde el punto de vista administrativo, el proyecto incorpora herramientas de gestión orientadas a resultados, con indicadores claros por actuación y sistemas de seguimiento que se publicarán en una página web específica de la Agenda 2030. Se prevé una gestión descentralizada de algunas actuaciones (como el Encuentro Nacional o la dinamización del Banco de Recursos), mediante contratación de servicios profesionales externos coordinados desde el Ayuntamiento. Esta flexibilidad permite reducir carga burocrática interna y mejorar la especialización técnica.
Por último, en el ámbito digital, el proyecto prevé el uso de tecnologías como:
Todo ello, sin que el uso digital sea el elemento central del proyecto, pero sí una herramienta clave para mejorar su eficiencia, transparencia y capacidad transformadora.
El proyecto contempla una estrategia activa de difusión y participación ciudadana, adaptada al contexto rural del municipio. Se habilitará un espacio específico en la web municipal con información actualizada sobre el proceso, cronograma, actuaciones y resultados. Se realizarán reuniones periódicas abiertas a la población (una mensual) y al menos un encuentro final de valoración. Se difundirá mediante redes sociales, listas de difusión, la aplicación Bandos.es y cartelería local. Además, se usarán encuestas presenciales y digitales, formularios de aportaciones y campañas informativas temáticas. Se garantizará la visibilidad del apoyo estatal a través de logotipos, placas y menciones en todos los materiales impresos y digitales. Las actividades abiertas al público (senderismo, talleres, banco de recursos, Encuentro de Fiestas con Fuego) se diseñarán también como espacios de comunicación de los valores de la Agenda 2030 y de los ODS locales.
La participación ciudadana será un eje transversal en la implementación del proyecto. Se fomentará desde el inicio mediante sesiones informativas, encuestas abiertas, buzón de propuestas y reuniones mensuales presenciales. La ciudadanía podrá implicarse en decisiones como la priorización de actuaciones, el diseño de actividades culturales y la gestión del Banco de Recursos. Se promoverá la colaboración con asociaciones locales, vecinos a título individual y sectores estratégicos (jóvenes, mayores, emprendedores). La web municipal incluirá un espacio específico para seguimiento, aportaciones y evaluación compartida del avance de los ODS. La experiencia de participación en proyectos previos (comunidad energética local, estrategia contra la despoblación, compostaje comunitario) asegura una base sólida para reforzar el compromiso cívico, el sentimiento de pertenencia y la apropiación comunitaria de los objetivos de la Agenda 2030.
El proyecto “San Esteban del Valle: Construyendo nuestra Agenda 2030 local” está concebido como un proceso cooperativo y abierto que impulsa la creación y consolidación de redes de colaboración entre los distintos actores locales. Su diseño parte de la convicción de que solo mediante la implicación de la ciudadanía organizada, los agentes económicos, las entidades públicas y los profesionales del territorio se pueden alcanzar los objetivos de sostenibilidad de forma eficaz y duradera.
Durante la implementación del proyecto, se promoverá la implicación directa de las asociaciones locales, algunas ya activas y otras con potencial de reactivación en torno a objetivos comunes.
Estas redes no solo se activarán durante la ejecución del proyecto, sino que se espera que perduren en el tiempo como estructuras comunitarias vivas, capaces de mantener y actualizar los objetivos de desarrollo sostenible una vez finalizado el período subvencionado. La Agenda 2030 local actuará como paraguas integrador de todas estas iniciativas, reforzando la cohesión social, la inteligencia colectiva y la capacidad del municipio para afrontar los retos de futuro desde una lógica colaborativa.
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Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo.